Anoraks (técnicos), chubasqueros (de charol), parkas y cortavientos se declinan en clave deluxe y se tiñen de colores energy –de los más saturados a los tonos pastel– anunciando una temporada de primavera-verano pasada por agua y con un cambio claro de escenario: adiós, playa; hola, montaña. Looks con el plástico y los tejidos impermeables como común denominador que denotan una actitud menos contemplativa y que podrían significar un pequeño guiño al cambio climático.
Con el verano, todos buscamos una forma de escaparnos que se ajuste a nuestros gustos. Para algunos, el hotel de 5 estrellas en una ciudad cosmopolita es el plan perfecto. Para otros, no hay nada como estar en mitad de la naturaleza y respirar aire puro en un entorno iluminado
por la luz de las estrellas en mitad de la noche. Pero, ¿y si pudiéramos combinar lo mejor de los dos mundos? De eso se trata el glamping: acampadas de lujo en espacios naturales espectaculares.
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